jueves, 29 de abril de 2010

El sexo en la adolescencia

Las promesas de virginidad y abstinencia hasta el matrimonio, el uso de contraceptivos, y el decir “no”, simplemente no han tenido mayor éxito.

Lo que es descorazonador es que la mayoría de quienes avanzan métodos, para abordar el problema nos aseguran, sin pruebas y sin convicción, que ellos han logrado su solución -lo que no es cierto-.
La educación sexual no ha sido efectiva, como bien sabemos.
Por casi toda la historia, el embarazo prematuro de la adolescencia se ha visto, no como problema, sino como algo normal, siempre y cuando se consagre con el matrimonio -lo que no siempre sucede-.

Pero esta condición extrae un precio de sus víctimas, quienes terminan abandonando su educación, volviéndose proclives a tener más embarazos por no aplicar las precauciones que los evitarían. Asimismo, estas mujeres jóvenes y solteras, agobiadas con hijos a quienes mantener a una edad temprana, se inclinan al uso de las drogas y a la prostitución.

Como en todo lo demás. Los Estados Unidos, posee el mayor número de embarazos y nacimientos accidentales entre sus adolescentes que cualquier otro país en el mundo. Sólo el Reino Unido es segundo a los Estados Unidos, representando en Europa el mayor número de estos embarazos.
La estadística reciente que nos alarma aun más, es el número creciente de adolescentes que han venido sufriendo de ETS. En los EE.UU los casos de gonorrea, clamidia y sífilis en la edad por debajo de los 20 años se han triplicado desde el 1998.
En el mundo civilizado -no en el nuestro- el problema se ha convertido en asunto de la mayor importancia política. Ambos países, los Estados Unidos e Inglaterra, han lanzado campañas tan ambiciosas como fallidas para controlar la actividad sexual de sus jóvenes. Pero, el resultado neto ha sido que para la edad de quince años un 60-70% de las hembras y los varones no son vírgenes.
Si confiamos en las versiones anecdóticas, que en nuestro medio pasan como estadísticas, el curso en nuestro medio corre paralelo al de los países mencionados, con un porcentaje alto de mujeres muy jóvenes, muchas de entre las clases pudientes, que salen embarazadas-a menudo - por un “novio” que les lleva entre quince y treinta años.
De, esto último, ser verdad. Sería asunto de trágicas proporciones para el futuro de la nación y su juventud.

Retornando a la educación sexual. Ésta, en casi todas partes, se limita a explicaciones acerca de la fisiología de los sexos y de cómo aplicar la contracepción para evitar embarazos.
Para el asunto crucial de las ETS no existen pautas ni educativas ni de otro género, ya que este asunto es preferible ignorarlo.